El arte de la joyería se lo lleva en la sangre, así como el orgullo de pertenecer a una tierra generosa, esto sumado a la bendición de Dios y a la fe en que todo trabajo realizado con amor, constancia y sacrificio es bien recompensado nos da esa riqueza que ha sido aprovechar por su gente, que con su ingenio e inspiración en este paraíso natural y en sus mujeres desde tiempos inmemorables a dado forma al oro plata y piedras preciosas.
De ahí nace este diseño insignia de la reina de Guayaquil, en ella está representado el omega como signo de eternidad, la silueta que es el donaire y la belleza, de la mujer Guayaquileña la corona que representa el poder y la nobleza al final la estrella de octubre que son los sueños e ilusiones de esta ciudad noble y pujante, adornada con topacios celestes y perlas que son las que han dado su nombre a Guayaquil. ¨Perla del Pacifico¨.
Por eso es la insignia una historia de vida, sueño, arte, magia, sabiduría, amor, pasión y orgullo. Es una historia que vale oro, plata y piedras preciosas, una creación autentica y orgullosamente ecuatoriana.